Danza pertenece a la provincia de Chumbivilcas, departamento del Cusco
El Ministerio de Cultura declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a la Huaylía de Chumbivilcas de la provincia de Chumbivilcas, departamento del Cusco, por ser un género de música y danza resultado de una serie de procesos de mestizaje en el Perú.
Mediante una Resolución Viceministerial publicada hoy en el Diario Oficial El Peruano, se establece que esta expresión cultural se ha convertido en el marco musical de importantes fechas del calendario festivo y prácticas rituales en la zona principalmente de la celebración de la Navidad, inscribiéndose profundamente en el entramado de significados que condensa la identidad del pueblo chumbivilcano.
La norma precisa que el reconocimiento como Patrimonio Cultural se refiere exclusivamente a la expresión musical y de danza conocido como Huaylía de Chumbivilcas y no se extiende a elementos que vulneren los derechos fundamentales de la persona ni que contengan actos de crueldad y sacrificio de animales, según lo establecido en la R.M. 338-2015-MC.
La huaylía es un género de música y danza que tiene presencia en diferentes provincias de las regiones de Apurímac, Ayacucho, Cusco, Huancavelica y Junín, mostrando particularidades y elementos distintivos en cada uno de estos lugares. No obstante, es recurrente encontrarla vinculada a contextos festivos navideños en los Andes.
En el Cusco la huaylía se hace presente en la provincia de Chumbivilcas, particularmente en el distrito de Santo Tomás, durante la festividad de Navidad entre el 24 y el 26 de diciembre.
Esta expresión hace las veces de marco musical en lascelebraciones en honor a las dos imágenes del Niño Jesús, por un lado la del Niño Jesús de Belén conocido simplemente como Belén, y por otro la del Niño de Santo Tomás también llamado Niño, cada una correspondiente a los dos bandos o barrios del pueblo.
Durante las festividades navideñas los carguyoq o encargados de organizar la fiesta en cada barrio, contratan conjuntos de huaylías integrados por músicos y cantoras. Estos conjuntos acompañan a los participantes y personajes de la celebración durante sus desplazamientos y actividades, ya sea en espacios públicos como privados o en momentos rituales, como por ejemplo durante el takanakuy, enfrentamiento ritual que se lleva a cabo el 25 de diciembre, y que funciona como un espacio para probar el valor y resolver conflictos.
La resolución lleva la rúbrica del viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Juan Pablo de la Fuente Brunke.